Una pequeña araña quedó atrapada en su propia telaraña. Por más que se esforzaba no podía escapar de la red que ella misma había tejido. Después de muchos intentos, una fruta del árbol donde había colocado su telaraña la golpeó con fuerza. Aturdida y liberada por el golpe, dejó salir un lento hilo de tela que el viento comenzó a llevarse. En un momento la araña volaba entre las hojas del árbol y encontró otro lugar donde construir su hogar. La araña había aprendido que la telaraña también sirve para volar.
Así nos puede pasar en momentos a nosotros, construimos una serie de problemas en los que nos enredamos y no vemos una solución. ¡Son problemas que nosotros mismos creamos! Pero el detalle está en saber usar esta habilidad que tenemos de tejer redes para tejer también soluciones. No te atrapes en tu propia telaraña, el ingenio que tienes para buscar excusas y enredar más un problema, debe ser superado por el ingenio para sobrepasarlo. La libertad que tienes te sirve para elegir qué hacer con esta capacidad de crear situaciones: construye el ambiente que necesitas para crecer.
Buenos días!!!
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