
Comenzaremos un año nuevo y
recalentaremos la esperanza...
¡¡¡Dios te llene de bendiciones en este 2009!!!
Nuestros paisajes por lo general siempre tienen un punto que se pierde en la lejanía, muchas veces lo último que vemos son los montes. Pero bien sabemos que detrás de estos montes hay muchos más montes, muchos desiertos, mares y ríos.
Así nos esperan cosas sorprendentes en nuestra vida, hay metas que parecen lejanas y que nunca serán cumplidas. Y cuando llegamos a ellas después de mucho esfuerzo y tiempo, nos damos cuenta que no llegamos al "final" de nuestro camino, que hay otros montes más allá.
¿Qué sentido tiene la vida si no hay una meta final que ya no tenga otra más? Pues la vida es caminar mientras tengamos vida, la meta es seguir caminando, es seguir sorprendiéndonos más y más por todos los paisajes bellos que encontramos. Eso es lo maravilloso de vivir, no crees? Nadie está acabado, nada es suficiente, pero sólo nos basta poco para ser felices!!!
Buenos días!!!
Fíjate y te sorprenderás que pocas veces hablas viendo a la otra persona a los ojos, porque las miradas que se encuentran son muy reveladoras, no en vano dicen que los ojos son los espejos del alma.
Cuando cruzas miradas con la persona que te gusta puedes darte cuenta de la correspondencia de la relación, de los mensajes que no tienen palabras pero dicen mucho. Cuando estamos avergonzados, bajamos la mirada y no nos atrevemos a levantar los ojos. Los ojos llenos de lágrimas sea por dolor o por un sentimiento incontenible de alegría lo dicen todo.
Por ello, nuestras miradas nos delatan, pero más que eso, nos abren a la sinceridad. En la comunicación con los demás, trata de mirar a los ojos con quienes hablas y mantén la sinceridad y limpieza de tu mirada. La comunicación con los demás con este simple hecho irá creciendo en profundidad y veracidad. Y llegará el momento en que te sorprenderás que la mirada misma de Dios te saldrá al paso: "Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios". Haz la prueba.
Buenos Días!!!
Las casas olvidadas se destruyen por la maleza que crece sobre sus pisos y paredes, y todo gracias al polvo que se fue acumulando y logró hacer de un piso de mármol una maceta. Y qué decir de las telarañas y nidos de insectos y de aves que manchan y carcomen las superficies donde se colocan. En fin, las casas olvidadas son más costosas de reparar que un desperfecto hecho por el uso.
Lo mismo pasa con las personas, a una persona olvidada es más difícil hacerle creer que nuestro "te quiero" es verdadero. Y como ya no la frecuentamos hemos olvidado cómo era todo en un principio, es un trabajo casi de arqueología. Por ello, el silencio y el distanciamiento entre personas es más dañino para la relación que los pleitos constantes. Aún cuando hay roces entre nosotros, la constancia en el trato nos permite saber cultivar la relación.
¿A quién hemos olvidado?
Buenos Días!!!