Ser como niños, no implica ser infantil o un eterno adolescente. Ser como niños es abrirnos a la gratuidad de la vida, dejándonos envolver por la continua sorpresa de lo que a los adultos nos parece rutina. Ser como niños es admirarse del sol, del aire, de los insectos.
Ser como niño no es la credulidad o la inocencia mal entendida. Ser como niños no es la dependencia ni la incapacidad de tomar decisiones. Ser como niños es abrazar la existencia como una oportunidad nueva de mejorar, de ver el lado positivo de las personas, de esperarlo todo con sencillez.
Ser como niño no es cerrar los ojos a la maldad, o sufrir por pequeñeces. Ser como niño es enfrentar la vida de la mano de quienes nos aman. Y ser como niños es reconocernos vacíos ante Dios, extendiéndole nuestras manos esperando su abrazo de verdadero Padre.
Si no vuelven a ser como niños, no entrarán en el Reino de los Cielos.
FELICIDADES!!!
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