De regreso a clases

La vieja artesana todos los días hacía el mismo tipo de ollas, cada mañana hacía dos o tres, siempre del mismo tipo, siempre del mismo tamaño.

-Oiga, ¿por qué siempre hace lo mismo?, ¿no se aburre?

-No, porque a cada una la llamo por su nombre, cada una es irrepetible, trato de que cada una sea más bonita que la anterior.

Y vaya que ha sido diestra en su trabajo, porque rompe la rutina con un poco de corazón.

En este regreso a clases, ojalá que a cada una de esos momentos que amenazan con hacerse rutinarios, puedas ponerle un poco de corazón. Llama a cada cosa por su nombre, cada persona, cada situación, cada trabajo, cada clase. Date cuenta que el tiempo es precioso y no se repite nunca nada, podrás tener otro día, pero nunca otro como este. Y trata de hacer las cosas cada vez mejor.

Ánimo y BUENOS DÍAS!!!

Ya estamos de regreso