Un día caminando solo me puse a pensar sobre la naturaleza, esta realidad que todos podemos ver, que todos podemos palpar, que todos podemos conocer, realidad de la cual también nosotros formamos parte y nos desenvolvemos de ella.
Me ponía a ver que todo en la naturaleza se comparte, es decir, la misma naturaleza va tomando lo que necesita para ella misma, pero a la vez da de lo que es para que otros puedan desarrollarse perfectamente, y al hacerlo así, se constituye una auténtica armonía. Por ejemplo los árboles toman para sí el agua que necesitan para crecer, toman parte de los elementos de la tierra para desarrollarse, pero comparten su fruto, comparten su oxígeno, comparten su grandeza y su sombra; así mismo los diferentes animales toman el alimento de otros animales, claro toman lo que necesitan, y después, según la característica que les es propia a cada uno comparten lo que ellos tienen y son.
Todo esto se puede tomar como ejemplo para nosotros mismos que también formamos parte de la naturaleza. Tenemos que ser conscientes de que tenemos que tomar para nosotros mismos lo que necesitamos, es decir, conocimiento, afecto, desarrollo físico, en fin todos los elementos que necesitamos para crecer y madurar, pero también tenemos que tener cuidado de no sólo tomar para nosotros porque esto destruiría la armonía y la paz, antes bien, necesitamos darnos cuenta que tenemos que compartir parte de nosotros para que otros puedan crecer, para que otros puedan desarrollarse y juntos de esta manera podamos todos trascender, es decir, dejar una huella y marca en la naturaleza humana que no está llamada a sucumbir en el olvido, sino que está llamada a dar fruto. El compartir nos ayuda a abrirnos a la realidad de los otros, a conocerlos, a dialogar con ellos, en fin a amarlos y no con un amor egoísta que piense tomar sólo lo que la otra persona nos ofrece sino con un amor que tiene la capacidad de apertura, de dejarse descubrir compartiendo lo que cada uno de nosotros somos y tenemos.
Concluyo diciendo: somos parte de la naturaleza, por tanto, tomemos lo mejor que ella nos ofrece para crecer y desarrollarnos como personas, pero también tengamos cuidado de no sólo tomar para nosotros porque esto puede desgarrar la naturaleza y por tanto perder su armonía y paz, antes bien hay que tomar pero también hay que dar. Buenos días
Me ponía a ver que todo en la naturaleza se comparte, es decir, la misma naturaleza va tomando lo que necesita para ella misma, pero a la vez da de lo que es para que otros puedan desarrollarse perfectamente, y al hacerlo así, se constituye una auténtica armonía. Por ejemplo los árboles toman para sí el agua que necesitan para crecer, toman parte de los elementos de la tierra para desarrollarse, pero comparten su fruto, comparten su oxígeno, comparten su grandeza y su sombra; así mismo los diferentes animales toman el alimento de otros animales, claro toman lo que necesitan, y después, según la característica que les es propia a cada uno comparten lo que ellos tienen y son.
Todo esto se puede tomar como ejemplo para nosotros mismos que también formamos parte de la naturaleza. Tenemos que ser conscientes de que tenemos que tomar para nosotros mismos lo que necesitamos, es decir, conocimiento, afecto, desarrollo físico, en fin todos los elementos que necesitamos para crecer y madurar, pero también tenemos que tener cuidado de no sólo tomar para nosotros porque esto destruiría la armonía y la paz, antes bien, necesitamos darnos cuenta que tenemos que compartir parte de nosotros para que otros puedan crecer, para que otros puedan desarrollarse y juntos de esta manera podamos todos trascender, es decir, dejar una huella y marca en la naturaleza humana que no está llamada a sucumbir en el olvido, sino que está llamada a dar fruto. El compartir nos ayuda a abrirnos a la realidad de los otros, a conocerlos, a dialogar con ellos, en fin a amarlos y no con un amor egoísta que piense tomar sólo lo que la otra persona nos ofrece sino con un amor que tiene la capacidad de apertura, de dejarse descubrir compartiendo lo que cada uno de nosotros somos y tenemos.
Concluyo diciendo: somos parte de la naturaleza, por tanto, tomemos lo mejor que ella nos ofrece para crecer y desarrollarnos como personas, pero también tengamos cuidado de no sólo tomar para nosotros porque esto puede desgarrar la naturaleza y por tanto perder su armonía y paz, antes bien hay que tomar pero también hay que dar. Buenos días
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