Los prejucios nos hacen alejarnos de una persona, pero cuando estos prejuicios los generalizamos los convertimos en estereotipos y tenemos varios ejemplos: el mexicano flojo, el argentino presumido, el italiano seductor, el judío avaro, etc.
Estos estereotipos son bastante peligrosos, pues son el fundamento de la discriminación hacia muchas gentes: no todos los mexicanos somos flojos, no todos los argentinos son presumidos, etc. Pero por lo mismo, la discriminación racial, religiosa y cultural ha ocasionado graves choques, violencia, persecuciones y hasta guerras.
Es necesario escuchar al otro, darse la oportunidad de conocerlo, no es lo mismo conocer el Islam por medio de un musulmán que conocerlo por medio de un judío; o por lo que dicen las películas gringas. Cuando conoces a un individuo de tal o cual grupo humano, podrás darte cuenta que los mexicanos sí tenemos algo de flojos, pero hay más valores que un defecto que no es general; que en el Corán está escrita la Guerra Santa, pero que no todos los musulmanes son terroristas. En pocas palabras: el léon no es como lo pintan.
Buenos días!!!
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