Las langostas son animales que que viajan largas distancias en busca de alimento. Comen grandes hectáreas, vuelan en grupo, y a pesar de que son muchas, su vida no es muy larga. Son una plaga peligrosa por su rápida reproducción y su voracidad.
Una langosta consciente de que la vida para una langosta es muy dura, prefirió no emigrar. "¿Qué tal si muero en el viaje?, ¿o si nos envenenan?... Mejor me quedo aquí, para comer todo esto yo sola".
El resto de sus compañeras le insitían que las acompañase, pero ella resuelta les contestó: "No, no iré al encuentro de la muerte". Las demás se fueron a buscar otras plantas, se reprodujeron, siguieron viajando y luego murieron.
El campesino del primer campo, al ver el paso de las langostas, decidió fumigar su campo al día siguiente, y la langosta que no quería morir no pudo evitarlo.
En nuestra vida no podemos vivir temiendo nuestra muerte, no es necesario tampoco buscarla, ella tampoco nos buscará, porque la muerte no es alguien que nos persiga, sino el simple fin de nuestra vida. Por ello, más que temer la muerte, habrá que temer la vida que desaprovechamos, la vida que no quisimos gastar y compartir.
Buenos días!!!
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