sábado, 1 de marzo de 2008

Febrero loco, Marzo otro poco


Los cambios de clima nos ponen a todos de cabeza. Las enfermedades respiratorias se vuelven comunes y contagiosas. Es oportuno protegerse y prepararse para los cambios imprevistos. Ser precavido no está de más. ¿Qué enseñanza nos puede dar esto?


Que en la vida, tanto las situaciones como las personas, somos muy cambiantes, y es necesario también ser precavidos. Ser precavido es diferente de desconfiar. El que desconfía tiene miedo de todo y de todos, se siente vulnerable y acosado. En cambio, el precavido tiene una visión realista del mundo y de las personas, sabe que nada es para siempre y que los problemas emergen en cualquier momento. Por ello, el desconfiado se encierra en su cascarón, como el que en estos días no sale de su casa; mientras que el precavido sale con sombrilla, suéter y una camisa ligera, dispuesto a disfrutar del día.


Así que, al tratar con situaciones y personas, prepárate con la sombrilla para que las críticas y malosentendidos se te resbalen; con un suéter para dar calor y comprensión a quienes te fallan (o a ti mismo si el que falló eres tú), y una camisa ligera para ser ágil a la hora de dar respuestas nuevas a los problemas que surjan.


Hombre (o mujer) precavido(a) vale por dos!!!

Buenos días!!!

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