18 de junio de 2009
Maravillosamente encadenado a un corazón
herido por amor no correspondido,
de profundas pasiones divinas encendido
en tintas rojas volcadas, palpitantes de perdón.
Amor que no puedo pagar es mi canción;
derroche de ternura, mi Dios herido
con corona de espinas, pan roto y compartido,
cruz redentora preñada en salvación.
¡Que me alegro por tu perenne compasión!
¡Que me duele por haberte ofendido!
¡Que me sangro por amar tu corazón!
¡Que me acobardo al sentir tus espinos!
¡Que me esperanzas con tu resurrección!...
y me encuentro como tú, también herido.
ZLK/Poema al S. Corazón, 18 junio 2004
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