En la Sagrada Escritura el vocablo "corazón" se encuentra muchísimas veces.
En el Antiguo Testamento la palabra corazón aparece más de 850 veces, generalmente aplicada al hombre; pero como Cristo es hombre nos interesa muchísimo ese dato de la Revelación. De esas 850 veces, la palabra corazón en el Antiguo Testamento se refiere a Dios unas 25 veces. En el Nuevo Testamento aparece unas 160 veces, de las cuales una vez se refiere al Corazón de Dios. Tenemos un texto en los Hechos de los Apóstoles, que dice así: "Depuesto éste (Saúl) alzó por rey a David, de quien dio testimonio diciendo: “He hallado a David, hijo de Jesé, varón según mi corazón, que hará en todo mi voluntad" (13,22). Hay un pasaje en donde explícitamente se refiere al Corazón de Jesús: el texto ya tan conocido y hermoso de san Mateo: “Aprended de mí (hacéos de mi escuela, según el matiz del texto original griego) que soy manso y humilde de Corazón” (11,29).
Implícitamente o de manera analógica hay bastantes textos en el Nuevo Testamento en los que se trata del Corazón de Jesús, como en el Evangelio de san Juan. Por ejemplo, el pasaje que nospresenta a san Juan recostándose sobre el pecho de Jesús (Cfr. 13,25). Dentro del pecho es donde está el corazón, de modo que equivale a recostarse sobre el Corazón de Jesús. Recordemos también la lanzada que atraviesa el costado del Señor, en el Calvario, y de ese Corazón abierto brotó “sangre y agua” (Cfr. 19,34).
Hay otro texto muy hermoso, muy rico, en la Carta de san Pablo a los Filipenses, en el que leemos: “Testigo me es Dios de cuánto os amo a todos en las entrañas de Jesucristo” (1,8). ¿Qué son las entrañas sino el Corazón de Cristo?
En el Antiguo Testamento la palabra corazón aparece más de 850 veces, generalmente aplicada al hombre; pero como Cristo es hombre nos interesa muchísimo ese dato de la Revelación. De esas 850 veces, la palabra corazón en el Antiguo Testamento se refiere a Dios unas 25 veces. En el Nuevo Testamento aparece unas 160 veces, de las cuales una vez se refiere al Corazón de Dios. Tenemos un texto en los Hechos de los Apóstoles, que dice así: "Depuesto éste (Saúl) alzó por rey a David, de quien dio testimonio diciendo: “He hallado a David, hijo de Jesé, varón según mi corazón, que hará en todo mi voluntad" (13,22). Hay un pasaje en donde explícitamente se refiere al Corazón de Jesús: el texto ya tan conocido y hermoso de san Mateo: “Aprended de mí (hacéos de mi escuela, según el matiz del texto original griego) que soy manso y humilde de Corazón” (11,29).
Implícitamente o de manera analógica hay bastantes textos en el Nuevo Testamento en los que se trata del Corazón de Jesús, como en el Evangelio de san Juan. Por ejemplo, el pasaje que nospresenta a san Juan recostándose sobre el pecho de Jesús (Cfr. 13,25). Dentro del pecho es donde está el corazón, de modo que equivale a recostarse sobre el Corazón de Jesús. Recordemos también la lanzada que atraviesa el costado del Señor, en el Calvario, y de ese Corazón abierto brotó “sangre y agua” (Cfr. 19,34).
Hay otro texto muy hermoso, muy rico, en la Carta de san Pablo a los Filipenses, en el que leemos: “Testigo me es Dios de cuánto os amo a todos en las entrañas de Jesucristo” (1,8). ¿Qué son las entrañas sino el Corazón de Cristo?
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